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Santa Maria del Cami, Hermosa casa de campo de lujo cerca de Santa María
Construido:
597 m²
Terreno:
15.886 m²
Dormitorios:
5
Precio:
€ 8.750.000,-
Construido:
736 m²
Terreno:
34.000 m²
Dormitorios:
5
Precio:
€ 8.500.000,-
Construido:
850 m²
Terreno:
35.000 m²
Dormitorios:
4
Precio:
€ 7.900.000,-
Santa Maria del Cami, Finca hermosa en un entorno precioso en Santa María
Construido:
600 m²
Terreno:
9.000 m²
Dormitorios:
6
Precio:
€ 2.895.000,-
Santa Maria del Cami, Adosado de alta calidad con piscina y vistas panorámicas en Santa María
Construido:
429 m²
Terreno:
206 m²
Dormitorios:
3
Precio:
€ 2.450.000,-
Santa Maria del Cami, Estupendo adosado con piscina, garaje y vistas en Santa Maria
Construido:
388 m²
Terreno:
190 m²
Dormitorios:
3
Precio:
€ 2.150.000,-
Santa Maria del Cami, Preciosa finca cerca de Santa María con amplia piscina y pista de tenis
Construido:
400 m²
Terreno:
7.500 m²
Dormitorios:
4
Precio:
€ 2.000.000,-
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Santa María del Camí es una localidad a los pies de Tramuntana con unos 6500 habitantes. El pueblo está situado en una planicie fértil y destaca por su auténtico encanto mallorquín.
Santa María del Camí era alguna vez una estación en la antigua calzada romana que conectaba Pollentia con Palma; de allí el sobrenombre “del camí”, “en el camino”. La autopista actual rodea Santa María, de modo que la comunidad ofrece mucha tranquilidad a pesar de sus buenas conexiones de transporte. El nombre del pueblo también se remonta a la iglesia parroquial Santa María, que fue mencionada por primera vez en un documento en 1216.
La nave maciza y la ostentosa fachada barroca fueron construidas en el siglo XVIII. La torre de la iglesia, adornada con tejas azules, se puede ver desde lejos y ofrece una maravillosa imagen de postal con la silueta de la Sierra de Tramuntana en el fondo.
Iglesia en Santa Maria del Camí
Santa María del Camí está también conectada por ferrocarril, de modo que muchos visitantes comienzan su paseo en el antiguo edificio de la estación. Aquí llama la atención el reloj histórico, que ha estado parado desde hace mucho tiempo. Pero como de todas formas las horas transcurren un poco más lento en Santa María del Camí, esto no parece molestar a nadie.
Nos aproximamos al centro del municipio a través de algunas calles y callejones poco transitadas que están rodeadas de modestas casas con años recientes de construcción, pero también de lujosas propiedades del siglo XVII y XVIII. Alrededor del ayuntamiento construido en el siglo XVII con su atractiva fachada de arenisca hay todo lo que se necesita para vivir.
Una alternativa al supermercado representa el mercado semanal que se lleva a cabo todos los domingos en la Plaza Nova. El monasterio construido en 1682 en el centro del pueblo también merece una visita. Éste fue alguna vez administrado por la Órden de los Mínimos, los cuales estaban adscritos a una austeridad excepcional. Los monjes se vestían únicamente de negro y se alimentaban solamente de pan, frutas y agua. El monasterio abandonado alberga hoy en día un museo de historia local. A los visitantes les espera uno de los claustros más hermosos de Mallorca.
Hoy en día, Santa María del Camí es conocida por su producción de hormigón, el cual juega un papel importante en el sector de la construcción en la isla. En el siglo XIX, la localidad era un importante centro de la industria textil. Una tejeduría produce todavía hasta hoy el casi abandonado pero popular estampado típico de la isla, el llamado “robes de llengos”. Se trata de una tela que se usaba tradicionalmente para cortinas. En un fondo blanco se entretejen patrones azules que recuerdan a lenguas de fuego (“llengos”). Mientras tanto se pueden conseguir los estampados en diferentes combinaciones de colores. Los diseñadores de interiores las usan como forros para muebles o como motivos de papel pintado.
La agricultura también tiene un gran papel en este municipio tradicionalista. El fértil triángulo entre Consell, Binissalem y Santa María del Camí es conocido por sus exquisitos vinos. Bajo la denominación de origen “Binissalem”, se cultivan aquí cepas autóctonas como “Manto Negro” y “Callet”, entre otras.
El resultado se puede degustar mejor en una cata de vinos en la bodega “Macia Batle”, que tiene su sede en Santa María del Camí. La propiedad vinícola construida en el siglo XIX está entre las más grandes de la isla y ha producido ya numerosos vinos premiados.
Calle principal
Son muy pocos los turistas que pasan por este pacífico pueblo a los pies de Tramuntana. Sólo se ha divulgado ya entre los ciclistas que las calles rurales poco transitadas son ideales para hacer largo sprints. Especialmente en la primavera, cuando las veras de la calles se llenan de flores, desarrolla el paisaje cultivado todo su encanto.
Los habitantes de Santa María del Camí disfrutan de tranquilidad y una comunidad rural eficiente durante todo el año. La localidad es perfecta para familias que quieren que sus hijos crezcan en un entorno seguro y tradicionalista. Con mucho respeto a la vida rural, los espíritus urbanos tampoco se quedan con las ganas en Santa María del Camí, pues en sólo 20 minutos se llega con el coche a la animada capital de la isla, Palma.