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Mancor de la Vall, Palacete histórico con potencial y muchas posibilidades en Mancor de la Vall
Construido:
964 m²
Terreno:
1.360 m²
Dormitorios:
6
Precio:
€ 2.120.000,-
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Casas de piedra en Mancor de la Vall en la Tramuntana
Mancor de la Vall es una comunidad de 1000 habitantes situada a los pies de Tramuntana, en la cual el flujo turístico ha pasado de largo hasta ahora. En el tranquilo pueblo, con sus numerosas casas de piedra, se escucha latir el corazón de la isla.
Mancor de la Vall es uno de los municipios más pequeños de Mallorca y hasta 1925 formaba parte de la localidad vecina de Selva. Originalmente el pueblo consistía en 4 granjas, que fueron mencionadas en un documento por primera vez en el siglo XIII y que estaban situadas muy lejos una de la otra. En el año 1348 se construyó una capilla, lo que permite deducir que el pueblo fue creciendo poco a poco.
Pero no fue hasta que se construyó la iglesia parroquial Sant Joan de Baptista, en el que hoy es el centro, que el pueblo se ganó su independiencia. Después de la autonomía religiosa siguió además la autonomía política en 1925. Hasta el día de hoy, Mancor de la Vall ha estado marcada por la agricultura y la silvicultura.
Sant Joan de Baptista
El mundo montañoso de la Serra de Tramuntana fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2011 por la UNESCO, entre otras cosas porque se trata de un paisaje cultivado por el hombre desde hace siglos. Un colorido ejemplo de esto son las extensas pendientes aterrazadas a espaldas de Mancor de la Vall. Los mancoríes cultivan principalmente olivos, que serán transformados en el aceite más fino de la isla.
El municipio está además rodeado por un encinar intacto, en el que los excursionistas se topan con incontables carboneras. La transformación de madera en carbón vegetal fue hasta los años 60 (antes de la introducción del gas butano) una importante industria económica en Mallorca y especialmente en Mancor de la Vall.
Hoy en día, los mancoríes usan el bosque sobre todo en su tiempo libre. Los cazadores encuentran aquí liebres, cabras montesas y perdices. Los excursionistas pueden caminar desde Mancor de la Vall hasta Lluc o subir al Puig de Massanella con sus 1364 metros de altura, la montaña transitable más alta de Mallorca. Y a finales de otoño, los recolectores de setas buscan la maleza para obtener deliciosos bocados.
Plaza Mayor en Mancor de la Vall
El hongo comestible de nombre “esclata sang” es un manjar tradicional en Mallorca. Las setas parduzcas y amarillas brotan de la tierra en otoño y representan un entremés exquisito. Generalmente se fríen en aceite de oliva y se sazonan con sal, pimienta y perejil. Ya que Mancor de la Vall es algo así como la meca de los buscadores de setas, el último de fin de semana de noviembre se realiza aquí una feria de setas, la “Fira de l’esclata-sang i de la Muntaya”. Se trata de un evento típico mallorquín en el que no sólo se pueden probar numerosos platos con hongos, sino también contemplar a artesanos tradicionales mientras trabajan. Presentaciones musicales completan el colorido programa.
Quien busca la tranquilidad del campo y naturaleza pura, debería domiciliarse en Mancor de la Vall. La localidad no tiene nada de tránsito. No es raro ver personas mayores que se quedan pacíficamente dormidas en un bar de la calle.
Casas de piedra en las calles de Mancor de la Vall
Mancor de la Vall recuerda un poco a Valldemossa con sus estrechas callejuelas y numerosas casas de piedra – sólo que aquí los turistas aún se sienten como descubridores. Los locales dan la bienvenida a los rostros nuevos con amabilidad y curiosidad. Quien quiere ver más de esto, simplemente conduce a la pequeña ciudad de Inca ubicada a sólo 10 kilómetros. Aquí los mancoríes encuentran todo lo que necesitan para vivir.