Tesoros de Mallorca – artículo en el primer “Blogparade” de Mallorca

Creado por el Dr. Wolfgang Hierl

Mallorca Talks ha invitado a los blogueros al primer Blogparade en Mallorca – ¡Una historia emocionante de la que estoy feliz de formar parte! Dos preguntas deben ser respondidas: “¿Cuál es el mayor tesoro de Mallorca?” y “Tu mejor experiencia en Mallorca”. Estas son mis respuestas muy personales.

El mayor tesoro de Mallorca

El mundo entero elogia las maravillas y tesoros de Mallorca. Entre estas maravillas están la floración rosa y blanca de los almendros en primavera, las calas en el verano bañadas por aguas azul-celeste, los coloridos árboles durante el otoño en la Sierra de Tramontana, los picos nevados que a veces destellan en invierno desde Puig Major.

Los tesoros de Mallorca se pueden admirar durante todo el año: la catedral gótica y el Castillo de los Moros en Palma, las románticas Ermitas en las montañas, los poderosos castillos y torres esparcidos por todo el país, los pueblos románticos y las animadas calles de fiesta en Arenal. ¿Pero son estos los únicos tesoros que sólo se pueden admirar aquí, en esta isla vacacional?

De hecho, conozco un tesoro que es único y que no se encuentra en ninguna otra parte. Mi búsqueda del tesoro comenzó de forma bastante acogedora y nada espectacular con una copa de vino. Un amigo mallorquín me aconsejó ir a buscar un vino bueno y barato con un viticultor en Binissalem. Fui hasta allá y encontré productores de vino incluso en las afueras del pueblo. Hice sonar una gran campana y la puerta se abrió para mí.

La herencia de los romanos – Vinos de Mallorca

En la amplia bóveda del sótano estaban almacenados enormes barriles de madera. Compré una botella grande, panzuda y verde de tres litros. El campesino giró el grifo y dejó que el vino rubio resplandeciente fluyera hacia la botella. El vino sabía muy bien y vine muchas veces más a buscar mi suministro de vino, como muchos pueblerinos. Mientras tanto me hacía amigo del viticultor. Cuando una vez más venía con mi gran botella bulbosa para cargarla con el barril grande, él me tomó de la mano y me llevó a un pequeño sótano consiguo. “Para los amigos especiales“, murmuró con complicidad. Muy honrado de ser titulado como un amigo especial, lo seguí.
Me mostró un estante donde se encontraban botellas de vino. Él tomó una botella, la abrió y vertió el vino en dos copas de cristal. Nos sentamos en una mesa pequeña con dos sillones de mimbre. “Bon profit” – Salud. Bebimos. Dijo “¿Te gusta el vino?” Le dije que sí, y no era mentira. Luego contó la historia y el secreto del vino mallorquín.
Los romanos trajeron la vid a la isla. Los locales adoptaron de los conquistadores la cultura del vino y desde entonces practican la viticultura. Entonces la filoxera devastó los viñedos de toda Europa en el siglo XIX. Mallorca se salvó de esta “peste del vino” gracias a su ubicación como isla, por eso todavía hay aquí vides autóctonos y clases de vino propias que datan de la época romana. En Mallorca no se cultiva demasiado vino. Los viñedos alrededor de Santa María y Binnissalem son los epicentros de la producción de vino mallorquín.

Hoy en día, el Estado supervisa con leyes estrictas que la gran reputación y el tesoro único de los vides autóctonos no se diluyan con adulteraciones. Cuando le pregunté a nuestro amigo, “¿Qué tan antiguo es su negocio con el vino?”, él no lo sabía exactamente, pues hacía tanto tiempo… “No sé, pero muchos muchos años”. Por bromear, le dije: “Probablemente para el momento en que los primeros romanos le clavaban la espada en la cabeza a los mallorquines” El viticultor se rió a carcajadas. Sin embargo, cuando salí a tomar aire fresco me di cuenta de que el vino mallorquín no sólo es bueno, sino que también tiene mejor porcentaje que los vinos europeos habituales.

Mi mejor experiencia en Mallorca

Hace algún tiempo, cuando pasaba en bici con mi compañero mallorquín por el pequeño palacio del Conde de Santa Ponsa, Raffa me contó la siguiente historia.

Todas estas tierras y estas colinas, donde hoy dominan los chalet y las piscinas, una vez pertenecieron al Conde de Santa Ponsa. Cuando Jaume I arribó a Santa Ponsa en 1229 con sus caballeros y derrotó a los moros, dio las tierras a sus combatientes como recompensa.
Los nobles arrendaron la tierra a los campesinos, quienes cultivaban los campos y entregaban la renta a los terratenientes. En los años veinte y treinta del siglo pasado, cuando las rentas disminuyeron y las exigencias monetarias del conde aumentaron, el Conde de Santa Ponsa pidió dinero prestado al Banco March y empeñó sus tierras como garantía. Se dice que obtuvo 30 céntimos por los metros cuadrados. Cuando se venció el plazo de reembolso, el banquero March se apropió del terreno y lo vendió como solares para edificación. Cuando más tarde leía en el periódico una visión general del régimen de tenencia en la isla, estaba más que sorprendido.

El 52% de Mallorca perteneció alguna vez a la familia March. Lo que sucedió con el Conde de Santa Ponsa en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, también le pasó a muchos otros nobles. Éstos vivían en sus mansiones y arrendaban la tierra a los compesinos para la agricultura. March ofrecía más de lo que generaban los campesinos y los nobles vendían. Más de la mitad del país era Territorio-March, en cada ciudad una Banca March – un castillo familiar March – un Museo March. Un último aprendizaje para mí:
Un experto en Mallorca debe ser un experto en March.
Quería saber enseguida, ¿Quién era este March, que alguna vez fue el tercer hombre más rico del mundo? Juan March vino al mundo en una modesta casa del pueblo Santa Margalida una noche de octubre de 1880. A través del comercio de ganado y cerdos de su padre, la familia tenía un pequeño ingreso.

El pequeño Juan mostró desde muy joven sus habilidades comerciales. En casa le robaba los cigarrillos a su padre y luego dejaba que sus compañeros hicieran 3 caladas por un peso. Otro aspecto de su carácter se mostró también muy temprano. Juan asistía a un internado en Inca, donde superaba a sus profesores con su increíble habilidad para el cálculo. Sin embargo, Juan no sólo era superior a sus compañeros de clase en cálculo mental, sino también en el deseo sexual. Ya a los 15 años de edad, intentó violar a una asistenta de limpieza en el internado. Juan tuvo que salir de esta institución eclesiástica. Después de esto se dedicó al contrabando de tabaco, al que le fue fiel hasta su muerte. “Sexo y dinero” fueron el leitmotiv de su vida. A pesar de su matrimonio, tuvo incontables amantes durante toda su vida.

Cuando su esposa también se buscó un amante, éste lo asesinó. A pesar de que fue acusado por este delito, siempre pudo escapar al proceso a través de sobornos. Un método eficaz fue el hecho de haber sido electo para el Parlamento. March hizo muchísimo dinero al entrar a la industria petrolera y construir un gran puerto petrolero en Mallorca. Durante la Primera Guerra Mundial, recargaba los tanques de submarinos alemanes en mar abierto. Fue encarcelado una vez, durante un año, por delitos económicos. No obstante, residió en una sofisticada celda donde recibía diariamente a sus colegas de negocios.

Juan March – el “Rockefeller español”

El 2 de julio de 1960 murió Juan March, consolado hasta el último momento por su amante fiel. En la prensa estadounidense hubo un gran obituario del “Rockefeller español” y el “New Yorker” citó la frase de March:
“Yo no necesito un banco. Los bancos me necesitan a mí.”

March fue el prototipo de un hombre que labra su propio éxito, escalando desde un entorno muy humilde en Mallorca a una referencia mundial del capitalismo. Los descendientes de March siguen jugando todavía hoy un gran papel, no sólo en la economía española. Hay algunos mallorquines como por ejemplo Juan Riu, quien ascendió de mesonero a magnate hotelero. No todos los isleños se vuelven multimillonarios, pero es impresionante lo hábiles que son algunos de ellos para los negocios.

“Blogparade” en Mallorca

Aquí encontrará otros artículos de Bárbara para el Blogparade – ¡Una gran idea!

http://kleinplanet311.com/2015/02/08/mallorquitis-die/

http://www.seniortraveller.de/2015/02/21/der-gr%C3%B6%C3%9Fte-schatz-mallorcas/

http://www.seniortraveller.de/2015/02/21/meine-mallorca-story/

Mallorca: Wandern statt Sonnenbaden

Sobre el autor

El Dr. Wolfgang Hierl de Straubing (Baviera) conoce y ama a Mallorca desde hace más de 40 años, y desde hace unos 20 años es propietario de una vivienda vacacional en Calvià.
Este golfista apasionado ha explorado Mallorca en bicicleta y a pie, pero su rincón favorito sigue siendo el suroeste. Hoy en día, se pasa al menos 6 semanas al año en su isla favorita.

El ex profesor de alemán, historia y geografía está interesado particularmente en la Mallorca histórica y sabe muchas historias, leyendas y anécdotas del agitado pasado de la isla.

Aquí encontrará más artículos del Dr. Wolfgang Hierl sobre Mallorca.