Ya sea para un desayuno con vistas al mar, para un trago refrescante al atardecer, para un refrigerio después de nadar o para una cena romántica a la luz de las velas: las playas y costas de Mallorca ofrecen maravillosos clubes. Les presentamos nuestros favoritos:
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Mhares Sea Club
Como un nido de pájaro, el Mhares Sea Club se encuentra sobre los acantilados cerca de Cala Blava, donde hace 40 años se abrió uno de los primeros beach clubs de la isla, el famoso Delta. Aunque no es en realidad una playa, hay un sendero que conduce a las atractivas bahías rocosas en las que se extrae la piedra arenisca de Marés y donde se han formado piscinas naturales.
El club nuevo, que fue completamente renovado hace unos años, es ahora muy elegante con hamacas balinesas y sillas anchas, una gran piscina y muy buena comida. Aquí uno podría sentarse para siempre, relajarse y simplemente disfrutar: La vista es casi como la de un crucero; con nada más que el Mediterráneo y la costa de Palma en la distancia. Usted no se cansará nunca de las espectaculares puestas de sol .
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Bar Esperanza
Este es el punto de encuentro en Es Trenc Ses Covetes: el bar Esperanza no se encuentra directamente en la playa natural más hermosa y virgen de Mallorca al sur de la isla… pero casi.
El bar Esperanza es en realidad más un restaurante de playa, pero el diseño que ha creado su propietario Clemens Komossa es extremadamente relajado con mucho blanco y madera, de modo que uno tiene la sensación de estar directamente en la playa, especialmente porque todo es abierto. También pareciera estar en el Caribe, ya que se puede ver una parte del mar color turquesa. La versátil cocina “fusión” es exquisita con comida tailandesa, ceviches, excelentes ensaladas y patatas crujientes; esto puede verse también en la excelente carta de vinos. Todo es ideal, incluyendo la música.
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Il Chiringo
No solo es ideal para los jugadores de voleibol de playa en la Platja de na Nadala en Palmanova, también está muy de moda, tiene increíbles vistas al mar y sobre todo buena pasta realmente italiana, porque los dos dueños son italianos de pura cepa que también preparan a la perfección platos con pescado. Los cócteles también son muy elogiados, así como la excelente sangría. Perfecto para una cena a la luz de las velas, las hermosas buganvillas rosadas en el chiringuito enjalbegado aumenta el factor romance. Un DJ proporciona el acompañamiento musical perfecto en las cálidas noches de verano. Pero incluso por la mañana es divertido ver a los jugadores de voleibol mientras toma un café con leche.
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Bar Sa Punteta
No puede haber algo más romántico que esta pequeña bahía rocosa, escondida en la playa del pueblo montañoso Estellenc, la Cala Estellenc. La carretera serpenteante requiere nervios de acero, por eso los turistas rara vez vienen por aquí. La mayoría son mallorquines, pero realmente no hay muchos visitantes. Los platos consisten en comida isleña auténtica: Por ejemplo un delicioso pa en Boli, pan con aceite y tomate, o la ensalada mallorquina llamada “Trempó” con pimientos verdes, cebollas, tomate y pepino. De vez en cuando también hay pescado fresco. Una caño trae agua helada de manantial de las rocas entre la playa y el chiringuito. Aquí todo es una experiencia única.
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El Sol
Una playa salvaje con un bar igualmente salvaje: El Sol al final de la playa intacta y extensa de Son Serra de Marina es en realidad más un restaurante de playa – uno legendario. Aquí hay un ambiente un poco hippie, reforzado por los surfistas cool que compiten contra el viento y las olas en la costa norte.
Ya sea pescado fresco, una encantadora ensalada, platos asiáticos o incluso un buen bistec; el sabor es excelente, el servicio es amable y los sofás color lila son muy cómodos. Cada sábado y martes hay música en vivo a las 6 p.m. Un lugar que de alguna manera recuerda a Ibiza.
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Puro Beach
Los clubes Puro son de culto y Mallorca tiene dos de ellos: en Palma, sobre una lengua de tierra cerca de Can Pastilla; y en la Platja de Illetes. En su terraza circular hacia el mar, donde antes estaba el Virtual Club, se inauguró el año pasado el nuevo Puro Beach Illetes. La “Experiencia-Puro” es una especie de filosofía de vida: todo es moderno, fresco y blanco, en un diseño minimalista y muy elegante, el personal está vestido exclusivamente en blanco. La comida está inspirada en sabores y colores de diferentes países y es fresca y saludable. “Ver y ser visto” es su lema, y el ilustre público puede disfrutar de los cócteles originales de Puro Beach o dejarse mimar con un masaje en el spa mientras escucha el sonido del mar en una de las cómodas camas balinesas con dosel.
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El Chiringuito Camp de Mar
Este bar de playa en un pequeño islote delante de Camp de Mar es legendario: un largo puentecillo de madera sobre pilares de hormigón conduce a través del mar hasta el Restaurante Illeta. La cocina y el servicio son correctos, a veces menos, pero la fantástica vista panorámica del mar compensa todo.
Por lo general los platos típicos españoles tienen un sabor bastante decente, y después de todo, ¿Cuándo tiene uno la oportunidad de comer paella o tapas en medio del mar? Sino, uno puede relajarse muy bien con un trago: Un techo de rafia le protege del sol mientras se recuesta y se toma un café o una cerveza: así está todo bien.
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Chiringuito Cap Falcó Beach
Sobre una pequeña playa entre Magaluf y Sol de Mallorca, a la que conduce una larga escalera de piedra, este bar playero es igual de cool con un ligero toque “Flower Power”. El menú pequeño pero refinado no tiene desperdicio con tentempiés como ricas baguettes, hamburguesas, pescado y carnes a la parrilla. Al sentarse plácidamente con los pies en la arena, extendiendo la vista sobre la arena fina y amarilla hasta el azul celeste del mar y con una agradable música chill-out o reggae y una copa de vino espumante; llega una verdadera sensación de vacaciones. De vez en cuando se celebran incluso bodas aquí, así de encantador es el ambiente.
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Nikki Beach
Nikki Beach es sinónimo de glamour, a pesar de que el club se encuentra en el centro de Magaluf o playa de Calvià, como se le conoce recientemente. Una ubicación espectacular: el extenso complejo directamente en la playa ofrece un restaurante de primer nivel, un bar-cabaña, un bar exterior y una boutique de moda con exclusivos artículos de marca.
Nikki Beach es un lugar de moda con una alta dosis de lujo. Para los que se tumban en las amplias hamacas bajo el sol, siempre hay algo que ver. DJs de fama mundial tocan aquí, y la alta sociedad de la isla acude a las exclusivas fiestas.
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Bar Cala Torta
El bar en una de las últimas playas vírgenes de Artà en el alto nordeste, es simple: cabina amarilla, madera azul, algunos bancos plegables en largas mesas de madera. Aquí hay un plato de pescado increíble: la parrillada trae, sin duda, lo mejor y lo más fresco que se encuentre en el agua (aunque quizás no lo más barato). Viene con una ensalada sencilla, unas rodajas de pan de campo y aceitunas mallorquinas, ¡El cielo en la tierra! La vista se extiende sobre el mar y la arena blanca como la nieve, por lo general no hay muchas personas en la playa, es casi el paraíso. Así debe ser vivir, comer y beber en una isla caribeña desierta.