Desde comienzos de otoño hasta finales de primavera, la isla pertenece a los ciclistas.
Para los ciclistas está disponible una magnífica red de pistas muy bien señalizada con 1250 kilómetros de largo. De ahí, un 20% de las calles son montañosas y unos 700 kilómetros son calles secundarias y laterales con muy poco tráfico.
Desde hace mucho tiempo la isla es un popular destino de entrenamiento para los equipos profesionales, pero hay caminos y trayectos adecuados para todos los deseos y exigencias. Aquí les presentamos cuatro de las rutas más hermosas con niveles de dificultad muy diferentes:
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Por tierra hasta el Monasterio de Randa
Un tour de dificultad media por el interior de la isla con algunos altibajos, que es un verdadero sueño ahora en invierno cuando florecen los almendros. Comenzamos en el extremo noreste de S’Arenal, vamos por la glorieta en dirección Cala Pi / Estanyol y pedaleamos por el acantilado de Llucmajor por distintas urbanizaciones: desde Son Veri Nou hasta Es Tolleric.
Desde allí hay muros de piedra durante todo el camino hasta Cap Blanc. En el “cabo blanco”, se debería hacer una pequeña parada: las vistas al mar son fantásticas y si hay buen tiempo llegan hasta Cabrera. En el desvío con dirección a Llucmajor (en el restaurante Buso) doblamos en Camí de Cala Pi. A través de verdes praderas, una calle señalizada como pista de bicicletas conduce hasta Llucmajor. Desde la carretera de circunvalación en la segunda glorieta, se despliega la carretera nacional recién ampliada hasta Porreres. Aquí todo es maravillosamente campestre y virgen, y se debería hacer una pausa a más tardar en la plaza poco transitada de Porreres.
Luego seguimos con rumbo a Montuïri. En la próxima rotonda giramos en la iglesia Santa Creu a la pequeña calle lateral Cami de Banyeres, el antiguo camino hasta Porreres que se abre paso por una solitaria región de granjas antiguas. En el cruce de caminos con dirección a Puig de Randa se debe tomar una decisión: Quien aún se siente en forma conduce hasta la única meseta de Mallorca, la Puig de Randa, con sus tres monasterios en lo alto. Arriba, en el monasterio Santuari de Nostra Senyora de Cura, se recomenpensa este esfuerzo con deslumbrastes vistas casi panorámicas de la isla. Pero para eso se deben superar cinco kilómetros con cuatro a cinco por ciento de ascenso y 250 kilómetros de altura.
Aquellos a los que esto les parece demasiado, bien pueden seguir hasta el pueblo e ir al acogedor “Celler de Randa” o dirigirse a Algaida con sus buenos restaurantes. Desde Algaida, un camino para ciclistas conduce rumbo a Son Ferriol junto a la autopista de Manacor. En Casa Blanca, dirección a Sant Jordi, giramos y desde aquí volvemos a S’Arenal. En total hemos recorrido 100 kilómetros. ¡Nada mal!
El tour de Tramuntana
Quien desea realizar el clásico de la costa a través de la Serra de Tramuntana en más de 100 kilómetros, debe pedalear muy bien. Una buena bicicleta de carreras o bicicleta de montaña así como también una buena condición física son requisitos básicos aquí.
El tour comienza en Port d’Andratx y de ahí va hacia el norte hasta Coll de sa Gramola, a través de una zona montañosa que ha sido golpeada por uno de los peores incendios forestales en los últimos años y que actualmente se está reforestando nuevamente. 30 kilómetros con cuestas arriba y cuestas abajo hasta el pueblo costero Banyalbufar, que se traduce como “pequeño jardín de invierno en el mar”. Las vistas al mar son tan fascinantes como el pueblo mismo. Ahora sólo vamos en ascenso ininterrumpidamente hasta Coll de Claret, y seguimos hasta el pueblo de artistas Deià. ¡A descansar y a disfrutar el ambiente!
De aquí sigue un trayecto espectacular con vistas al mar hasta los valles de limoneros y naranjos de Sóller, que son especialmente bonitos en esta época del año. También en Sóller vale la pena hacer una pausa. Quien quiere, puede simplemente dar la vuelta y disfrutar la perspectiva del camino de regreso. Pero quien aún no ha tenido suficiente, puede subir hasta el monasterio Lluc. Para ello siguen los 1445 metros y muchas curvas cerradas de la montaña más alta de Mallorca: ¡Puig Major! La belleza del paisaje montañoso compensa todos los esfuerzos. Ahora se puede dar media vuelta y regresar (¡cuesta abajo!) o ir en bici hasta Port Pollença –también cuesta abajo y con muchas curvas– para ser recogido allí.
Explorando el suroeste
Una ruta popular y más bien tranquilo de 50 kilómetros: Comenzamos hacia el interior desde Santa Ponça, en el polígono industrial Son Bugadelles con dirección a Calvià. Este trayecto ofrece todo: El hermoso interior de la isla, floración de almendros y vistas al mar.
A través de la tranquila calle Camí de Son Pillo, vamos desde la salida oeste de Calviá a lo largo de la carretera nacional con rumbo a Es Capdella. Luego de haber pasado este romántico pueblo, sigue un pequeño ascenso hasta Coll d n’Esteve y a continuación bajamos por una carretera boscosa y serpenteante hasta Andratx. Ahora sigue S’Arracó y en la glorieta tomamos dirección Port d’Andratx.
Quien pudo resistirse a los pequeños cafés de los últimos pueblos, se ha ganado una pausa a más tardar en el pintoresco puerto. Pues ahora siguen unos 2 kilómetros de subida y después otra vez descenso hasta Camp de Mar. Quien logra el descenso será recomenpsado con una vista soñada de la bahía de Peguera en lo alto de Camp de Mar. Por eso nuestro próximo destino es también Peguera, donde nos relajamos un poco. Ya se ha realizado más de la mitad del trayecto. Dejamos el animado y artístico pueblo de nuevo en dirección al norte con rumbo a Es Capdella, debemos superar el último desafío a través de Pass von Coll des Moli. El camino de regreso promete una recompensa: Desde Es Capdella se va sólo cuesta abajo, por Calvià hasta Santa Ponsa.
Tour en bicicleta junto al mar en Palma
Este es un trayecto fácil, pero muy bonito y variado, adecuado incluso para niños. Para esta excursión se puede alquilar una bicicleta a buen precio (por ejemplo en S’Arenal o en Can Pastilla). Explorar la bahía de Palma con la bici es lo más divertido y entusiasma a todos:
Se empieza en la marina deportiva de S’Arenal y en una súper pista de bicicletas junto al mar de la famosa playa en dirección a Palma: Pasando las bahías de Can Pastilla y Cala Estancia siempre con vistas al mar, a lo largo de las bonitas estribaciones del aeropuerto de Palma.
El camino pasa por las atractivas bahías y pequeños puertos de Cala Gamba, El Molinar y Portixol y alcanza el Paseo Marítimo, pasando la Catedral. Después continua entre un camino de palmas a la derecha y pequeños botes de pesca, veleros y super yates a la izquierda hasta Club de Mar, donde el camino termina o se hace de regreso.
Mientras tanto se puede hacer una bonita pausa, ya que el recorrido está rodeado de numerosos cafés, bares y restaurantes. En las estaciones más calidas se puede refrescar en la playa de Palma o en una de las pequeñas bahías de los barrios periféricos, por ejemplo la playa de Ciutat Jardí. Una bonita alternativa en Invierno: Detrás de la Catedral se abandona la pista de bicicletas y se explora el centro histórico en dos ruedas.